Fundación Casa Pintada - Museo Cristóbal Gabarrón
Fundación Casa Pintada Mula
La Comarca del Río Mula se encuentra situada en el centro de la Región de Murcia, ejerciendo Mula su capitalidad.
Existen numerosos vestigios que muestran la intensidad ocupacional que ha tenido esta tierra, que comienza a estar ya habitada desde el Paleolítico Medio. La cultura ibérica tiene un tratamiento de excepción en Mula, ya que gracias al importante yacimiento de la necrópolis del Cigarralejo, se ha podido profundizar en el conocimiento de esta importante etapa de la Antigüedad.





Mula conserva numerosos edificios que la llevaron a ser declarada en el año 1981 Conjunto Histórico-Artístico de Carácter Nacional. En el casco antiguo de Mula, con sus calles estrechas y sinuosas, es de obligada visita el barrio medieval, donde se situaba la antigua judería. Destacan de forma especial en esta zona antigua la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, la más antigua de Mula, comenzada en el año 1557; la ermita de Nuestra Señora del Carmen, construida a fines del siglo XVIII sobre restos renacentistas, con una torre del siglo XV, el Real Monasterio de la Encarnación, declarado Monumento Nacional, del siglo XVI; y por último la iglesia de San Miguel, comenzada hacia 1560.

De la época renancentista y sobre todo barroca, nos ha quedado un rico legado de numerosas construcciones que dan idea de la importancia que tuvo esta tierra.
De entre el conglomerado de palacios barrocos y casonas solariegas, donde campean los escudos de sus antiguos propietarios, destacan por su particular significado a nivel regional la llamada Casa Pintada y el Palacio de los Marqueses de Menahermosa, que alberga el Museo Ibérico del Cigarralejo. Este museo está considerado como uno de los más significativos de la Edad del Hierro española, ya que guarda en sus diez salas una amplísima representación de las costumbres sepulcrales del pueblo ibero.











La presencia de Mula en el Pacto de Teodomiro (713), demuestra que fue una de las siete ciudades más importantes que conformaban la primitiva unidad administrativa del Sureste desde el momento visigodo y musulmán hasta el siglo X.
Numerosos vestigios muestran la influencia del Islam en estas tierras, teniendo como ejemplo paradigmático el Castillo de la Puebla o Alcalá. En la misma villa de Mula aún hoy se mantienen la mayor parte del trazado de las murallas que cercaban la ciudad en esta época y los restos de la vieja fortaleza musulmana.



En lo alto de la colina que protege Mula de los vientos del Norte, destaca el edificio más eminente y señero de la ciudad.
Se trata del Castillo de los Fajardo, mandado construir como fortaleza por el primer Marqués de los Vélez, Pedro Fajardo, hacia 1525. En él destacan los escudos familiares y su esbelta torre del homenaje.





De entre las diferentes fiestas y tradiciones de la ciudad, los conocidos como “tambores de Mula” sobresalen por su peculiaridad e idiosincrasia popular. Esta tradición hunde sus raíces en las primeras décadas del siglo XIX. La fiesta, que comenzó como protesta a las autoridades y a la iglesia, hoy se celebra paralelamente a las actividades religiosas. Todo comienza a las cero horas del Miércoles Santo con el tronar unísono de miles de tambores a la señal del cornetín en la plaza del ayuntamiento, en una orgía de ruido y magia.

A seis kilómetros de la ciudad, en dirección a Murcia, se encuentran los conocidos Baños de Mula, balneario termal cuyo máximo esplendor se alcanzó en el siglo XVIII y que hoy día sigue en funcionamiento.
 
Fundación Casa Pintada - C/ San Francisco, 14 - 30170 - Mula (Murcia)