Fundación Casa
Pintada - Museo Cristóbal
Gabarrón |
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Su pintura, llena de formas insinuantes, produce en nosotros la sensación de inquietud por entrar en sus escenas y tratar de descifrar un mensaje lleno de ambigüedades y dobles sentidos, que el pintor nos muestra en múltiples imágenes que se prestan a confusión y al no entendimiento, pero nadie se escapa de la provocación que supone ser, por un momento, espectador de la obra de Gabarrón. Su pintura, caracterizada por una fuerte personalidad, sencilla y a la vez compleja, en continua lucha como es propio de su persona, esconde en cada trazo, en cada color, un mensaje con lectura propia. Su creación, alejada de toda corriente y tendencia artística, dinámica por excelencia y en ocasiones violenta, se compone de laberintos interiores y paisajes bidimensionales que se prestan a varios tipos de interpretación. Las palomas poseen dientes afilados y sangrientos, los perros se muestran mansos y amigos, los cuerpos y los árboles se estremecen hasta la deformación y el vacío compensa la fuerza del color y el peso de la materia, el resultado es la inmensa duda de no saber lo que esta viendo. Los contrastes de los colores opacos y las veladuras bruscamente interrumpidas por los fuertes trazos que cortan o encierran la mancha, diseñan un rico y espectacular escenario en el que se desarrolla una composición libre con un calculado e intencionado equilibrio y un elaborado cromatismo, aunque por la frescura y la espontaneidad de su obra sea difícil apreciar estas características.
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Fundación Casa Pintada - C/ San Francisco, 14 - 30170 - Mula (Murcia) |