Fundación Casa Pintada - Museo Cristóbal Gabarrón
Cristóbal Gabarrón Técnicas Intervención arquitectónica (III)

Elementos estéticos en el paisaje y el urbanismo

La intervención en este apartado, con propuestas de nuevos elementos plásticos para el embellecimiento de nuestras ciudades, es un hecho que muestra hasta donde Gabarrón quiere llevar su interés por sacar el Arte a la calle para uso y disfrute de todos. No solo exponerlo en los edificios, sino también en las calles, en las plazas y en los parques también y en los alrededores de nuestras ciudades, en los cerros, en las llanuras o en los valles próximos a ellas.

Intervención en el paisaje.

Siguiendo la misma filosofía hasta ahora descrita la instalación de grandes piezas artísticas en los exteriores, perfectamente integradas con las condiciones y el ambiente donde se ubican, se basa también, en parte, en la idea de recuperar los antiguos "hitos", empleados siglos atrás como una identificación del lugar. La propuesta aquí es crear esculturas o montajes gigantescos dándoles un sentido y una simbología y sobre todo una imagen actual, con la que todos podamos alegrar la vista y dar unos toques de color a nuestro viaje.

Grandes masas de hierro y piedra, llenas de color, interrumpen así, la serena y hermosa, aunque a veces monótona imagen de los paisajes, durante los viajes más largos. La disposición de estas obras de arte a gran escala, en lo alto de las montañas, en las áreas de descanso, en cualquier paraje visible desde la carretera, o desde el avión, o desde el ferrocarril, pueden además aportar una serie de datos de fácil identificación con la zona visitada, pues las obras de arte también pueden desempeñar el papel de informar y de descubrir, hechos que son sencillos para uno de los artistas de nuestro tiempo, que brilla por su capacidad y fuerza para transmitir y comunicarse.

Intervención en el urbanismo.

Este apartado es muy extenso por la cantidad de elementos plásticos llevados a las más variadas propuestas. No sólo abarca una intervención plástica sobre edificios, como puede ser la ubicación de determinados murales, aprovechando ciertas estructuras de los mismos, o interviniendo en sus grandes recibidores o portales, sino que de la misma forma nos podemos encontrar con paneles llenos de color, que han sido adecuados a las estructuras de los anuncios de las ciudades. Para Cristóbal Gabarrón, cualquier excusa, cualquier espacio es apropiado para una intervención plástica y para ello indaga el uso que pueden prestar a la sociedad las imágenes de su obra.

Un almacén, un gran espacio cerrado en transparente, puede ser el lugar más apropiado para realizar un gran techo de color, la publicidad de los autobuses y metro puede ser sustituida por una obra, al igual que los diferentes transportes públicos y sus estaciones, un avión, un aeropuerto, etc. Incluso los lugares más extraños un estadio, una fábrica o el dique de una presa.

Hay una parte importante de este estudio, que se explica en el apartado de los conocidos por el nombre de "muebles urbanos". Con este nombre se hace referencia a todos esos elementos, de uso cotidiano, que nos encontramos en las ciudades, en los parques o en las zonas ajardinadas, para uso del público. Nos referimos a objetos como papeleras, bancos, buzones, fuentes, farolas y cientos más que todos conocemos, incluyendo los "columpios" para uso de los niños.

Gabarrón saca las imágenes de su obra y añade a la simbología el uso. Las famosas cadenas o el balancín o la ruleta o el tobogán, no dejan de ser objetos de juego, cuya imagen se ha quedado corta para poder despertar la imaginación y la curiosidad del niño. Lo que Gabarrón pretende en este campo es devolver la magia y el misterio de estos juegos revolucionando totalmente su forma y su concepto.

Se trata, dicho de forma muy rápida, de disfrazar valiéndose de la plástica y del arte lo que hasta ahora entendíamos por columpio e introducir nuevas formas con nuevas posibilidades de diversión. En el desarrollo de estos estudios he visto como el tobogán, por ejemplo, deja de ser en este programa una pendiente metálica más o menos alta por la que los niños se deslizan y pasa a convertirse, por ejemplo, en las tripas de una ballena, que el Maestro saca de una de sus obras, y que realiza en unas proporciones adecuadas y unos materiales seguros, que permite además a los niños, no solo deslizarse por su interior, desde arriba, sino también caminar o saltar sobre ella sin riesgo de peligro alguno.

El ejemplo de la ballena ha sido solo una forma para dar una imagen física a este proyecto., pues cualquier forma creativa, abstraída de su obra podría ser un original "mueble urbano". Podemos hablar de animales ondulantes llenos de colores, por los que corren y saltan los niños de la rosa de los vientos, por cuyo interior los pequeños pueden subir, bajar intercambiar los ejes de la rosa, convertidos en escaleras de colores y de cientos de figuras transformadas y adaptadas para divertir y enseñar a jugar a los niños con creatividad y originalidad.

Como he mencionado antes, también las farolas, y el resto de los elementos que enmarcamos en "muebles urbanos", dejarían de ser elementos fríos en los que el color y la forma tendrían especial importancia. Primero como revestimiento atractivo para despertar el interés y la curiosidad del público, utilizando colores muy fuertes y muy brillantes. En segundo lugar, en el caso de los elementos de los niños, como indicativo de ciertos mensajes que ya tienen en su inconsciente así aunque los juegos no tienen ningún peligro, como hemos mencionado antes, las partes más altas de los "muebles urbanos" llevarían una gama más caliente que inmediatamente sería asociada con una pequeña advertencia (para establecer una comparación sería la luz roja de el semáforo). Los interiores, en los cuales los niños pueden entrar libremente serían de colores claros y luminosos con el fin de evitar el temor de los niños a sentirse en un espacio interior y oscuro.

Con este objetivo, Cristóbal Gabarrón no sólo pretende transformar y avivar el circulo de convivencia de la gente, sus áreas de distracción, sino que también pretende emprender con ello una labor de enseñanza para que se acostumbren a un rechazo inconsciente de lo vulgar y de lo masificado, para que aprendan a saber lo que es la calidad de vida empezando por su propia diversión, para que se familiaricen con la plástica, con el diseño, con lo creatividad y en definitiva para alegrar y hacer el mundo diferente, cálido y sobre todo habitable y cómodo.

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Propuestas de intervención y modificación urbana


















 
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