Fundación Casa Pintada - Museo Cristóbal Gabarrón
Cristóbal Gabarrón Técnicas Intervención arquitectónica

La intervención o la modificación en la arquitectura, el urbanismo o el paisaje es al igual que la pintura o la escultura un arte que refleja, de manera semejante la identidad de un pueblo y marca los determinados periodos históricos de un país.

Son sorprendentes y acelerados, sobre todo en esta última etapa, los cambios que estas dos actuaciones (la modificación y la intervención) han protagonizado a través de los siglos, lo cual no es sólo debido a una sustitución y aportación de nuevos elementos en el orden estético y plástico, sino también a un cambio de estructuras en el pensamiento, que se ha visto forzado por la evolución de la práctica y la necesidad de diferentes usos, dados por las costumbres de una sociedad que crece y se transforma constantemente.

Así pues la arquitectura deja muchos elementos teóricos y prácticos atrás cuando materiales como el hierro, que había sido el gran protagonista del XIX, llega a admitirse sólo como osamenta metálica y los principios de libertad en las estructuras y en la expresión de formas no encuentran demasiada aplicación en este nuevo siglo.
La novedad de la temporada son los principios del funcionalismo, formulados en Bélgica, donde se manifiesta una clara reacción contra el estilo recargado. Dentro de este nuevo orden que acusa especialmente la estructura del edificio y concibe la decoración no como una ornamentación añadida, sino como una transposición de datos tomada de la naturaleza y de la Historia. Años más tarde la arquitectura se siente ordenada por la técnica del hormigón armado y es este el inicio de una nueva revolución que modifica una vez más las leyes estructurales y estéticas. El hormigón que recubre enormes superficies sin soporte, hace prescindir de elementos tradicionales en la arquitectura y el urbanismo occidental, que son sustituidos por tramados verticales y horizontales. Los planos y los volúmenes.

La arquitectura y el urbanismo en general, en su evolución a través del tiempo, tributarios de los encargos, se expresan en un nuevo lenguaje una vez superadas estas tendencias.

Es este lenguaje del siglo XX un medio de expresión que ha permitido su desarrollo con extraordinaria rapidez, lo cual lamentablemente no ha sido una buena contribución a favor de una arquitectura y un urbanismo excelente, apoyados y complementados por el avance técnico de nuestros días, sino a favor de una proyección de ciudades masificadas y simples, no en el buen sentido de la palabra, donde muy pocos destacan por su personalidad y racionalidad cuando se trata de componer y dar vida a un espacio.

De esta forma podemos apreciar hoy en nuestras localidades despersonalizadas las distintas etapas de una transformación que se agrava por días, con un gran deterioro urbano, un alto índice de contaminación y otros muchos factores que convierten cada vez en menos natural, humana y sana la vida de nuestras ciudades.

Corregir o impedir que este proceso avance no implica una desorbitada inversión económica, una escandalosa subida de precios y convertir en inaccesible el hecho de cada ciudadano ocupe su parcela dentro de la ciudad, sino un cambio, muy grande al principio, en la mentalidad y la responsabilidad de quien depende la calidad y la naturalidad de la vida de miles de habitantes. Se necesita un nuevo concepto urbanístico y esta necesidad, en el punto donde hoy nos encontramos utilizando la tecnología de la que podemos disponer, sólo puede ser resuelta desde un punto de vista artístico.

Esta tarea, no es sólo labor de Ayuntamientos, Estados y Gobiernos..., sino también de ideas y proyectos que puedan ser apoyados con lógica y con éxito por estos estamentos. Hay algunas "mentes" concienciadas a nivel individual y comprometidas con estos problemas de urgente solución.

Así, junto al conjunto de actuaciones de ecologistas, científicos, investigadores, arquitectos, paisajistas, etc. Cristóbal Gabarrón aporta su contribución artística, ofreciendo su investigación y sus ideas con el fin de encontrar una ejemplar perspectiva de urbanismo y arquitectura que aporten tanto humanismo y belleza como calidad de vida. Su propósito es que el arte sea el complemento perfecto para este cambio espectacular, que casi irremediablemente, él espera que ha de suceder algún día.

Es éste, el que Gabarrón nos ofrece, un proyecto donde se asegura la recuperación de las ciudades, la indiscutible convivencia de la ciencia y de la naturaleza ante una urgente restauración del medio ambiente. Se expone aquí la idea de una ciudad nueva con núcleos en su interior que llegan a ser la referencia de una zona, tal y como funcionaban filosóficamente en siglos pasados.

Propuestas de intervención y modificación urbana

Elementos estéticos en el paisaje y el urbanismo



 
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